Biomasa

La biomasa es «todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han sido englobados en formaciones geológicas sufriendo un proceso de mineralización» (Según especificación técnica Europea CEN/TS 14588).

Según esta definición, la biomasa incluye: «La materia orgánica, de origen vegetal y materiales procedentes de su transformación natural o artificial, como los residuos de actividades agrícolas o forestales, así como los subproductos de las industrias agroalimentarias y de transformación de la madera».

Estos combustibles pueden utilizarse para producir energía eléctrica o para usos térmicos, e incluso de forma combinada (cogeneración). Las aplicaciones térmicas pueden ser en el ámbito industrial, vapor, aceite térmico, agua sobrecalentada, secaderos, hornos, etc.

En el sector residencial, están extendidos los usos para calefacción refrigeración y producción de agua caliente sanitara. Los combustibles más habituales son, los pelets, las astillas de calidad, los huesos de aceituna y las cascaras de almendra.

Los sistemas de abastecimiento y descarga en entornos urbanos, se produce de manera similar al suministro de gasóleo, quedando el combustible almacenado en un silo. Del silo a la caldera, el transporte se produce por medios neumáticos o tornillos sin fin.

El incremento de precio de los combustibles fósiles hace muy competitivo este tipo de materias primas locales. El uso de este tipo de combustibles, mantiene cuidados campos y bosques, forman parte de las fuentes de energía sostenibles, siempre y cuando la cantidad utilizada no supere la cantidad regenerativa.

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